Ya tenían folletos, cartelería y el stand preparado para ir a la feria de la educación de A Coruña.
Fue un encargo de última hora y con sólo tres días para presentarles algo.
Me sorprendió que me dieron manga ancha para proponer lo que viese más adecuado para atraer a los jóvenes al stand de la Universidad de Vigo, pero tampoco iba a cuestionar una oportunidad así.
Fui a lo más lógico. Y arriesgado. Por eso soy conocido y por eso imagino que me llamaron.
En un minuto de reloj, desde la apertura de las puertas de la feria a las 10.00 de la mañana, habían “volado” las 250 cajas montadas y expuestas de las 8 000 que se habían llevado para el evento y que en su interior, explicaban las 61 carreras que podían elegir.
Aún hay gente que sigue criticando, desde enero de 2009, como la Universidad de Vigo “había repartido 4 000 cajas de condones” en 8 horas, entre los futuros alumnos.
Ni aparecen condones por ningún lado ni se repartieron; la gente, incluidos padres, orientadores y profesores, venían a por ella. La querían. La idea y el guiño.
Juzguen ustedes mismos. Pero fíjense bien lo que ven.